viernes, 24 de septiembre de 2010

SEIS LECCIONES DE VIDA



Este pasado fin de semana hicimos un poco de senderismo, pudiendo disfrutar de unos paisajes estupendos al lado de mis mejores amigos, la verdad es que ha sido una experiencia estupenda tanto por la compañía, como por el paisaje. En la excursión nos acompañaban nuestros hijos, cinco peques de entre 3 y 8 años que se portaron como verdaderos campeones a lo largo de las cuatro horas que duro el trayecto. Os puedo asegurar que el trayecto no era un camino fácil, no tanto por el estado mismo del sendero sino por la constante pendiente del mismo que lo hacía agotador, especialmente para unos niños tan pequeños. Nuestra idea era llegar hasta un gran castaño centenario cerca de la cima y después regresar. Os he de decir que ese día no tenía muchas esperanzas puestas en que pudiésemos llegar a la meta, ya que pensaba que las dos más pequeñas del grupo se cansarían inmediatamente y tendríamos que llevarlas en brazos.

Mi primera lección: Confía en que las cosas van a salir bien.
No te voy a engañar diciendo que no tuvimos que cogerlas un rato a hombros, pero cual fue mi sorpresa cuando pude ver que iban avanzando mientras correteaban alrededor nuestro, recogiendo piedras y flores. Estaban jugando y disfrutando del camino por lo que el camino no se les hizo pesado. Incluso uno de los mayores llevaba un cazamariposas y se pasaron todo el trayecto persiguiendo mariposas, saltamontes y lagartijas. Se lo estaban pasando en grande.
Mi segunda lección: Haz del camino un juego y disfruta de el mientras sigues avanzado hacia la meta.
En nuestro camino nos quedamos sin agua y los niños empezaron a tener sed asi que preguntamos por si había algun lugar donde poder encontrar agua y nos indicaros de una fuente natural de la cual manaba agua fresca directamente de la roca. Lo cierto es que no tuvimos que desviarnos del camino y encontramos la fuente facilmente y los chicos lo celebraron a lo grande.
Mi tercera lección: En nuestro camino hacia nuestra meta pueden aparecer obstáculos a los que no nos podremos enfrentar solos, si llega el caso no dudes en pedir ayuda.
Mi cuarta lección: Celebra los pequeños logros conseguidos, no esperes en alcanzar la meta.

A media tarde llegamos al castaño, un árbol enorme, cuyo interior estaba vacio debido a un rayo fortuito, pero a pesar de ello, el arbol seguia creciendo con fuerza como si se resistiera a marchitarse. Alli estuvimos un buen rato disfrutando del lugar, merendando y celebrando el haber conseguido nuestra meta.
Mi quinta lección: Puede que la vida te golpee muy fuerte, pero siempre puedes decidir levantarte para seguir luchando y continuar creciendo con fuerza.
Al acabar de merendar regresamos donde habíamos dejado los coches para volver a casa con el recuerdo de haber pasado un dia estupendo lleno de lecciones de vida.
Mi sexta lección: Disfruta de cada momento ya que es en el presente donde radica la verdadera felicidad.
Cada cosa que te ocurra, cada experiencia que vivas te puede proporcionar una lección de vida, tan solo debes empezar a ver tu mundo de forma distinta,con positividad y con alegria.
Un abrazo y mucho éxito,