martes, 4 de septiembre de 2012

Recuerda los silencios mantienen los secretos. Por lo tanto, el sonido más dulce es el sonido del silencio. Esta es la canción del alma. Si crees en los sonidos del mundo y no en los silencios de tu alma, estas perdido. La canción del alma pude cantarse de muchas maneras. El dulce sonido del silencio puede escucharse muchas veces. Algunos escuchan el silencio en la oración. Otros cantan la canción en el trabajo. Algunos buscan los secretos en la contemplación tranquila, otros, en los alrededores menos contemplativos. Cuando se alcanza la maestría o se experimenta intermitentemente, los sonidos del mundo pueden apagarse, las distracciones aquietarse, incluso en medio de éstas. Todo en la vida se convierte en meditación. Todo en la vida es una meditación, en la que contemplas lo Divino. Esto se llama vigilia verdadera o atención. Experimentado de esta manera, todo en la vida esta bendito. Ya no hay lucha ni dolor ni preocupación. Solo hay experiencia, que puedes elegir etiquetar en la forma que desees. Puedes elegir etiquetar todo como perfección. Utiliza tu vida como una meditación y todos los eventos en ésta. Camina en la vigilia, no dormido. Muévete con perfección, no sin ésta y no te detengas en la duda y el temor, tampoco en la culpa ni en la auto recriminación, reside en el esplendor permanente con la seguridad de que eres muy amado. Siempre eres Uno Conmigo. Siempre eres bienvenido. Bienvenido a casa. Porque tu hogar es Mi corazón y el Mío es el tuyo. Te invito a ver esto en la vida como con seguridad lo verás en la muerte. Entonces sabrás que no hay muerte y que lo que has llamado vida y muerte son partes de la misma experiencia sin final. Somos todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será, un mundo sin final. Amén.